Un plátano puede parecerse a una banana, pero es algo muy diferente. Si bien es cierto que comparten el mismo árbol genealógico, ambos tienen identidades bastante distintas en cuanto a textura y sabor.
Por un lado, la cáscara es mucho más gruesa y, por lo general, es necesario abrirla para descubrir la fruta. La fruta en sí es mucho más almidonada que un plátano, por no hablar de que es menos dulce, lo que hace que no sea adecuada para comerla con las manos, sino que se prefiere como especialidad cocinada.
La cocción de los plátanos suaviza su textura y resalta su sabor ligeramente dulce, que puede utilizarse en una variedad de platos salados o dulces. En África, América Latina y el Caribe, los plátanos se consideran un alimento básico y se sirven con frecuencia junto a alimentos salados.
Dos sencillas recetas
La cocción adecuada de los plátanos es clave en cualquier receta. A continuación, encontrarás dos recetas sencillas y muy útiles que te enseñarán a cocinar los plátanos.
La primera receta es de plátanos fritos, que son una guarnición popular en la cocina caribeña. Pero descubrirás que también funcionan muy bien con la comida americana: prueba a sustituirlos por patatas fritas la próxima vez que prepares una hamburguesa, o combínalos con aguacate en una ensalada para obtener una maravillosa combinación de sabores.
La segunda receta es de plátanos al horno, que se hornean en una mezcla de mantequilla, azúcar y ron que se carameliza mientras se hornea, lo que hace que sea un postre fantástico por sí solo, pero es aún mejor utilizado como cobertura de helado o como guarnición de un pastel.
Cómo seleccionar un plátano
Los plátanos pueden comprarse igualmente en distintos estados de maduración. Su madurez se puede determinar por su color: el verde es poco maduro, el amarillo es maduro, el amarillo con algunas manchas es muy maduro, y cuando se vuelve negro parduzco, están muy maduros. Aunque los plátanos muy maduros pueden parecer pasados, lo más probable es que todavía estén en buena forma dentro de la cáscara. Toca el plátano: debe estar blando, pero no blando ni agrietado por fuera. La fruta se vuelve más dulce cuanto más maduros están los plátanos, así que para las recetas dulces, se favorecen estos plátanos más maduros.
Cómo pelar un plátano macho
Paso 1:
Primero, corta cualquiera de los extremos del plátano. Deseche los trozos de los extremos.
Paso 2:
Corta a lo largo de la cáscara, teniendo cuidado de cortar sólo la cáscara – no la fruta.
Paso 3:
Tira de la cáscara en una sola pieza. Debería salir con una resistencia mínima.
Ahora que ya sabes cómo cortar tus plátanos, vamos a cocinar.
Plátano frito
En el Caribe, este plato es omnipresente. Los plátanos fritos se sirven como guarnición junto a alimentos salados. Para obtener el sabor ligeramente dulce perfecto que complementará las carnes o el arroz con frijoles u otros platos salados, utiliza plátanos maduros para esta receta: un plátano amarillo generosamente salpicado de manchas marrones o negras.
Ingredientes
- 2 plátanos maduros
- 1/4 de taza de aceite vegetal (más o menos, según el tamaño de tu sartén)
- Sal marina, pimienta o especias de tu elección
Procedimiento
Paso 1:
Coloca dos o tres toallas de papel en un plato. Colócalos cerca de tu estufa, ya que es donde colocarás los plátanos para que se sequen y se enfríen.
Paso 2:
Retira la cáscara de los plátanos. Corta los plátanos en monedas de aproximadamente 1/4 de pulgada de grosor. Si lo deseas, corta en ángulo diagonal.
Paso 3:
Verter el aceite en el fondo de una sartén. Debes cubrir todo el fondo de la sartén en una capa fina–dependiendo del tamaño de tu sartén, puede que no utilices todo el aceite, o que necesites un poco más.
Paso 4:
Coloca la sartén con aceite a fuego medio. Cuando el aceite empiece a brillar en la superficie de la sartén, añade todos los plátanos que puedas poner en una sola capa en la sartén (está bien hacer más de una tanda). Fríe los plátanos de 1 1/2 a 2 minutos, o hasta que estén crujientes y medianamente dorados (levanta uno para probarlo antes de darle la vuelta a todos).
Paso 5:
Da la vuelta a los plátanos con una espátula o unas pinzas, y deja que se frían durante aproximadamente 1 minuto por el segundo lado. El segundo lado se freirá más rápido que el primero.
Paso 6:
Retira los plátanos de la sartén y transfiérelos a las toallas de papel que esperan a un lado para que se enfríen y quiten el exceso de aceite.
Paso 7:
Continúa friendo hasta que hayas terminado todas las rodajas de plátano. Si lo deseas, sala los plátanos, y añade pimienta y otras especias a tu gusto.
Estos plátanos están mejor el mismo día que se hacen. Servir calientes.
Sugerencias para servir:
Sirve junto a platos de carne picante; úsalos como relleno de tacos; úsalos para cubrir ensaladas. O bien, conviértelos en un bocadillo dulce adornándolos con miel o nata batida (o ambos) una vez fritos.
Plátanos dulces al horno
Cuando un plátano se vuelve muy maduro, se vuelve más dulce y ligeramente menos almidonado, lo que lo hace perfectamente adecuado para aplicaciones dulces. En esta receta, las rodajas de plátano se hornean en una mezcla de mantequilla, azúcar moreno, ron y especias que se carameliza alrededor de la fruta a medida que se hornea.
Ingredientes
- 3 plátanos grandes o 4 medianos muy maduros
- 1/4 de taza de mantequilla sin sal
- 1/4 de taza de ron oscuro
- 1/4 de taza de azúcar moreno
- 1/2 cucharadita de sal
- 2 cucharaditas de canela
- 1/2 cucharadita de nuez moscada
Procedimiento
Paso1:
Revuelve el azúcar, las especias y la sal. Reservar.
Paso 2:
Coloca media barra de mantequilla en un molde para hornear de 9×13 pulgadas.
Paso 3:
Pon el horno a 350 grados. Mientras se precalienta, coloca la fuente con la mantequilla en el horno. Se derretirá en unos 5 minutos. Una vez que se haya derretido, retira la fuente del horno y sigue dejando que el horno se precaliente.
Paso 4:
Espolvorear la mantequilla derretida uniformemente con la mezcla de azúcar y especias. Rocía el ron por encima, tan uniformemente como puedas.
Paso 5:
Corta los plátanos a lo largo, y colócalos encima de la fuente cargada de azúcar, boca abajo. Cubre la fuente con una hoja de papel de aluminio, y métela en el horno precalentado.
Paso 6:
Hornea durante 20 minutos. Retira la bandeja del horno. Quita la tapa y voltea cada uno de los plátanos.
Paso 7:
Coloca la fuente de nuevo en el horno, esta vez sin tapar. Hornea durante 15 minutos más, o hasta que toda la mezcla esté burbujeante y dorada. Si no estás seguro/a de si los plátanos están hechos, retira la fuente del horno y corta uno de los plátanos; debe estar tan tierno que se corte con una cuchara o un tenedor con mínima resistencia.
Retira la sartén del horno, y deja que las rodajas se enfríen hasta que la mezcla ya no burbujee. Sírvelas mientras estén calientes: vierte un poco de la mezcla de mantequilla y azúcar del fondo de la sartén en cada porción.
Comparta consejos, inicie un debate o pregunte a uno de nuestros expertos o a otros estudiantes.
¿Ya eres usuario? Iniciar sesión
Sin Respuestas to “Dos recetas sencillas con plátanos”